Alma de pop y espíritu adorador

Desde la aparición de bandas australianas que, enarbolando la bandera del pop llevaban canciones que se amoldaban perfectamente a la liturgia de cualquier congregación cristiana, comenzó a aparecer en distintos países de América Latina grupos símiles. Estas bandas cuentan con  menos estructura y promoción, pero con una calidad que no hace aventurado que uno suponga que si dispusieran de los recursos técnicos y económicos de grupos como Hillsong o Planet Shakers, por poner solo unos ejemplos, tal vez las repercusiones de lo mucho que hacen tendrían una mayor y más rápida notoriedad.

HDR es uno de esos grupos alusivos. Con una formación estable desde hace varios años, la banda del norte bonaerense comandada por Carla Viviant y muy bien secundada por excelentes músicos y voces de apoyo, trae, a partir de su disco “En mí”, un puñado de temas que, fundamentalmente, acercan a la gente a Dios.

Carla habla de esta producción. “El disco es una herramienta de adoración. Ya desde el título “En mí”, el arte, las letras, etc… quisimos lograr la idea de una vivencia íntima con Dios, reflejando lo que el amor de Dios causa en el interior de cada uno de sus Hijos. Nuestro objetivo es provocar y motivar a esa expresión desde el lugar más cotidiano. La música nos permite Glorificar a Dios y que la misión de la banda sea cumplida. Disfrutamos de hacerlo”.

“En mí” es un disco con la producción musical de Lucas Leyes, lo cual garantiza un producto cuidado musicalmente. La lírica estuvo a cargo casi en su totalidad por Carla, aunque Lucas también puso mano en un par de canciones. “Las letras son bien sencillas”, cuenta la cantante, y agrega que “algunas frases estuvieron dando vueltas por mucho tiempo en mi corazón y por fin, puedieron ser plasamadas dándole identidad. Son oraciones a nuestro Padre y declaraciones de confianza que responden al gran amor de nuestro Dios, siempre desde la perspectiva del adorador”.

Las comparaciones son odiosas, dicen, pero es inevitable hacer alusión a Hillsong cuando se los ve en escena. Tal vez no tanto por sus parecidos físicos, lo cual no tienen con los australianos, pero sí cuando se escuchan los acordes de pop y rock, la potencia musical y la aparición de gente joven que contagia alegría, algarabía y sobre todo, ganas de adorar a Dios. ¿Qué piensan los HDR cuando, tal vez con tono de humor, se los califica como “los Hillsongs criollos”? “Hoy por hoy, ya son menores la comparaciones, debido al sin fin de gamas que se están complementando en el mercado musical cristiano. Creo que Hillsong dejó una marca registrada muy particular, de la cual todos aprendemos y reconocemos. Hay muchas bandas más y solistas que están marcando una tendencia desde un lugar genuino y eso es primordial. Nuestro objetivo es transmitir algo diferente. Estos ministerios abrieron camino, y nos han sido de inspiración en comunicar lo que Dios puso de manera única y creativa en nuestro corazón hace tiempo”.

HDR se encuentra recorriendo el circuito bonaerense, en reuniones, campamentos y festivales. Recientemente participó de la versión juninense del Passion Day, y también actuaron en algunos campamentos juveniles que aplicaron esta modalidad de tener bandas en vivo durante sus retiros. “Estamos felices de ver a Dios obrar por sobre todas las cosas. Cada puerta, cada oportunidad, cada espacio es una posibilidad de cumplir propósito. Cuando estás enfocado en hacer lo que Dios te llamó a hacer, sin duda dejará bendición a su paso.
Estamos al servicio y disposición de la Iglesia de Jesucristo y es nuestra pasión llevar adelante nuestra lador. Dios quiera, podamos dejar una huella en el camino”.

Y así, con el pop como estandarte musical pero con un corazón volcado al máximo a la adoración, HDR continúa haciendo su camino, llevando su música a todas partes y siendo una herramienta para que la iglesia toda se sirva de ella con el único propósito de engrandecer el nombre de Dios.

Damián Sileo
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